El SER Habita En El Lenguaje

Una de las razones por las cuales las personas no se lanzan a la aventura de cumplir sus sueños, es su temor al dolor. No han entendido que, fallando, es como se puede tener éxito. Entonces se dicen cosas como: no tengo tiempo, no tengo dinero, no me lo puedo permitir, no soy tan bueno, ¿y qué tal si me dice que no?

Te diré que, si no preguntas, la respuesta siempre será NO

Cuando haces declaraciones, tu mente se cierra a toda posibilidad, solo se enfocará en eso que declaras, - no tengo tiempo - entonces no encontrarás las posibilidades que tienes para hacer las cosas.

Desde hace mucho, he enseñado que nuestro cerebro está diseñado para responder preguntas. Por eso al hacerte la pregunta correcta, abres tu mente a nuevas posibilidades.

Por ejemplo, te tengo esta pregunta:

Si la vida es tan corta, ¿Por qué la desperdicio soportando cosas que no debería soportar y retraso mis planes para ser, saber, tener y hacer lo que realmente deseo?

Después de una pregunta de estas, queda una sensación como de: me estoy volviendo viejo y no avanzo. Pero no debes sentirte así, solo debes abrirte a las posibilidades que te genera la pregunta.

¿Cómo puedo tener los resultados que busco, aquí y ahora?

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Toda nuestra vida, está gobernada por las emociones.

El cómo me siento respecto a algo, definirá la forma en la que me involucro.

- Un deportista asocia el salir a entrenar de madrugada, con el placer de sentirse más cerca de la meta.

- Un lector, encuentra placer en los mundos que descubre en cada página.

- Una madre, encuentra placer en ver crecer a sus hijos y saber que ella es responsable por su destino.

En todos estos casos, las Neuroasociaciones, hicieron lo suyo.

Las Neuroasociaciones son una poderosa herramienta pre instalada en nuestro sistema.

Más allá de ser el recuerdo agradable o desagradable de algo, son conexiones físicas que nos llevan a experimentar y relacionar cada suceso.

Vamos a analizar los siguiente:

- Quiero perder peso y nunca puedo.

- Quiero dejar de fumar y me resulta difícil.

- Quiero hacer deporte y siempre fallo en el intento.

- Ha pasado tiempo, desde que me propuse tener resultados y no avanzo.

- Debo mejorar mis hábitos… bla, bla, bla

¿algo de lo anterior, te resulta familiar?

Pues, así como en los primeros ejemplos que te di sobre el deportista, la madre y el lector; estos ejemplos se tratan de Neuroasociaciones, solo que estas son negativas.

Cada vez que intentas un cambio en tu vida y no lo consigues, es porque tu cerebro lo asocia con dolor, y ya sabemos qué sucede cuando algo tiene la promesa de dolor… Lo evitamos.

Pero, si, por el contrario, la promesa es de placer, entonces entrará fácilmente en nuestros hábitos. Esa, es parte de la Clave del Éxito.

Pregúntate:

¿con tu proyecto actual, es más fuerte la asociación de dolor o de placer?

Quiero invitarte a escribirle una carta a tu “YO” del pasado. Escríbele un consejo.

Piensa en el momento que tomaste la decisión de hacer algo diferente con tu vida.

- ¿Qué ha pasado desde entonces?

- ¿Qué te ha hecho falta?

Pregúntale, si siente orgullo de quién eres ahora.

Si las respuestas a esas preguntas no son tan satisfactorias como quisieras, es quizá porque hasta ahora, has jugado a lo seguro, has evitado cometer errores, has evitado el dolor. Y mientras sigas así, nada va a cambiar.

En una próxima entrega sobre esta serie “El SER habita En El Lenguaje”, te contaré sobre los aspectos a considerar, para empezar a crear un nuevo programa mental, que te abra a las posibilidades que ofrece el territorio.

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Cuéntame en los comentarios ¿Cuáles son las neuroasociaciones que has identificado en ti?

Recuerda: no te sientas frente a la fogata y dices: dame calor y te daré carbón.

Siempre empieza por dar, si es que quieres recibir. Así que, si has disfrutado esta lectura, seguramente muchas personas más lo harán, gracias a ti.

Compártela con ellas y déjales saber que aquel que toma de la abundancia, verá que aún queda abundancia.